jueves, 16 de julio de 2009

corolario

Me di cuenta que tenia las manos en posición de oración aunque mis pensamientos en ese momento estaban muy lejos de una de estas. Mis venas se podían ver fácilmente, esto hizo que me acordara de ella, ya que siempre hacia algún comentario cuando esto me sucedía.
El filo de una recién desempacada cuchilla corto mi piel para continuar con las venas que transportaban la sangre que mi corazón por su amor bombeaba con alegría. Una segunda herida un poco mas arriba de la primera, luego una tercera cuarta y quinta en el brazo izquierdo. Cada una de estas se aseguraba de no solo destrozar la piel, también las venas que debajo de ella habían. Ya se han dado cuenta, la idea era desangrarme, porque lo que hice en este brazo también lo hice con el otro la misma cantidad de veces.
Los residuos pegados a las paredes de mi corazón de un gran amor que en el alguna vez habitó, se desprendían constantemente, haciendo que mi piel la recordara con tristeza por su ausencia, y a que aquellos profundos suspiros con los que me solía quedar sin aliento en su presencia, siguieran brotando de mi y causando el mismo efecto.
Creí ponerle fin a esta situación. Todo se silencio para darle paso a la oscuridad que se apoderaba del lugar donde mi sangre se escapaba de mi cuerpo. Creyendo que todo acababa en el más largo y último suspiro de vida, desperté sin aliento y pensando en ella.

No hay comentarios: